Green Waterfall,
Inglaterra.
Estruendosa tormenta. El suelo lleno de
barro, los árboles empapados combatiendo contra el viento. Mis botas
encharcadas colisionando contra el suelo fuertemente.
Corriendo llegué hasta aquella casa, a dos
kilómetros del pueblo. Y me quedé bajó el porche, esperando a que escampase.
Alcé mi muñeca y la puse frente mis ojos
pudiendo ver así el reloj, eran las diez y media, debería de estar ya en casa,
por suerte mi madre esa noche trabajaba y en casa solo estaba mi hermano Cody,
de doce años, que ya estaría dormido.
Suspiré y tirité, hacía mucho frío y solo
llevaba un jersey de lana y un gorrito.
Sentí como se me congelaban los dedos de los
pies y de las manos, me dolía la cabeza, invierno en Inglaterra, lloviendo, a
cualquiera le podía pasar cualquier desgracia.
Suspiré, vapor de agua salía por mi boca. Ya
no sabía que hacer, aporreé la puerta de la casa, bajo el porche de la cual me
había resguardado de la tormenta invernal.
Una luz se encendió en el interior de la
casa, saliendo un resplandor de la ventana que estaba junto a la puerta, miré
por ella, había unas cortinas blancas que solo dejaban un espacio para mirar.
Miré en el interior de la casa y no vi a nadie, solo unas escaleras, un espejo,
una mesita y dos puertas cerradas.
Aporreé la puerta nuevamente y opté por
gritar.
-¡Por favor ábrame!
No obtuve respuesta, la luz que se había
encendido se apagó y dejó de llover en seco.
Salí corriendo de allí y seguí el camino que
llevaba al pueblo.
Corrí torpemente por el barro, durante unos
minutos y al fin llegué.
Cansada fui a mi casa y abrí la puerta con
la llave.
Cody estaba esperando en el sofá con una
manta y llorando.
-Creí que te había pasado algo, Nina.
Se abrazó a mí y se secó las lágrimas con mi
jersey. Le cogí de la mano y subimos las escaleras juntos, fuimos a nuestra
habitación y lo acosté en la cama, lo tapé bien hasta el cuello y le besé la
frente.
Con cuidado bajé de las escaleras, la puerta
de la entrada, comenzó a abrirse ligeramente, se me encogió el corazón, mi
madre apareció empapada y con bolsas en las manos.
-¡Ayúdame!-Dijo con su dulce voz maternal.
Corrí hacia ella cogí las bolsas y cerré la
puerta, las llevé hacia la cocina.
-¿Y tu hermano?-Dijo mi madre.
-En la cama.
-¿Por qué estas llena de barro?
-He venido corriendo, fui a pasear por la
tarde y se hizo de noche y comenzó a llover.
Mi madre se quedó en silencio ordenando
algunos botes de comida que había traído del súper en el que trabajaba.
Yo subí a la habitación y cogí mi pijama, me
fui al cuarto de baño, me duché con agua caliente y me lo puse, dejé la ropa en
el cesto para lavar y me acosté, estaba agotada, estaba siendo la peor Navidad
de toda mi vida.
Mi padre había muerto hacía seis meses, mi
hermano estaba teniendo muchos problemas de conducta, mi madre se mataba
trabajando y yo no tenía tiempo para mí. Solo estudiaba y cuidaba de mi
hermano. Hacía semanas que no encendía el televisor.
Aquella noche me estaba costando conciliar
el sueño. Tenía demasiadas cosas en la cabeza, además del constante sonido de
la lluvia golpeando el cristal de la ventana.
¡Suspiré y me levanté, arrastré un sillón
hasta la ventana y me senté allí a ver la calle oscura y vacía. Cody parecía
haberse dormido profundamente.
Todo estaba en calma, solo se podía escuchar
la lluvia, se me cerraron los ojos lentamente, me estaba quedando dormida, ese
sillón me comenzó a parecer muy cómodo, entonces oí a dos hombres discutiendo,
me asusté y me asomé a la ventana, eran dos chicos bastante fuertes, uno tenía
al otro cogido del cuello y el otro le daba patadas, era tal la brutalidad de
la paliza. Me asusté de verdad, pensé en llamar a la policía, pero realmente
pensé que esos chicos no corrían peligro alguno, eran fortísimos, y no parecía
que tuviesen ni una herida. Uno de ellos, el más grande, era muy moreno, con el
pelo negro rapado, y los ojos celestes, era muy musculoso, llevaba una camiseta
negra de manga corta, unos vaqueros y unas zapatillas. Tenía cogido del cuello
al otro chico, también era musculoso pero mucho menos, tenía el pelo semi-largo
rubio, los ojos verdes grandes, se estaba defendiendo como podía. Llevaba una
camisa de manga corta blanca abierta y debajo una camiseta, llevaba unos
pantalones negros y unos zapatos elegantes.
Al fin se separaron y pude oír sus gritos.
-¿Esto es lo que quieres?-Gritó el moreno al
rubio, que estaba sentado en el suelo.
-Para ya Flynn, somos hermanos, solo cometí
un error, solo uno.
Flynn era el chico moreno al parecer.
-Un error que casi nos delata.-Dijo Flynn,
parecía un tema serio.
-Basta de tonterías.-Un hombre vestido con
una capa negra apareció de repente en el lugar, caminando por la calle.
Tenía el pelo negro un poco largo muy repeinado y los ojos
azules, estaba entrado en años, era muy musculoso como los otros dos chicos.
-Leo y Flynn, he venido alertado. Temí que el hermano mayor
acabase con el pequeño, sucediendo una tragedia.
Leo, el chico rubio, miró a Flynn y cerró los ojos
fuertemente.
-Leo casi nos delata, padre.
Leo se contuvo las ganas de hablar. Casi iba a explotar.
El hombre de la capa se acercó a Leo y se arrodilló junto a
él, acercó su cara hacia la del chico, separándolos unos milímetros de
distancia.
-¿Qué….has… echo? ¡Sucio bastardo!-Dijo el hombre de la capa
y le dio una bofetada que lo tumbó al suelo.
Leo se tiró encima del hombre de la capa.
Entonces me dí cuenta de que era sueño, pues Leo salió por
los aires a metros de allí. Flynn se fue con el hombre de la capa y Leo se
levantó sin un rasguño y se fue por otro camino. Me acosté en mi cama y me reí
de la imaginación que tenía, para escribir un libro, vamos.
Me desperté y bostecé, tenía los ojos húmedos, había dormido
mucho, Cody estaba durmiendo todavía y mi madre estaba preparando el desayuno.
Bajé las escaleras y fui a la cocina.
-Buenos días Nina.-Dijo mi madre.
-Buenos días mamá.-Le dí un beso en la mejilla y me senté
junto a la mesita donde desayunábamos. Mi madre puso un plato en la mesa, trajo
otro plato grande y me sirvió tortitas, a continuación cogió un bote de sirope
de fresa, una taza de leche y un tenedor.
Engullí las tortitas como si no hubiera mañana. Sabían
genial. La leche estaba caliente con un toque de espuma que se quedaba en los
labios en forma de bigote.
Cody no tardó en levantarse, se sentó a la mesa y mi madre
le sirvió tortitas y leche al igual que a mí.
-Mamá, ¿hoy no vas a trabajar?-Pregunté.
Mi madre le revolvió el pelo a mi hermano y sonrió.
-No, cariño. Ya no voy a trabajar más, todos los meses me
van a dar un dinero por papá, el trabajó muchísimo para que cuando el no
estuviese pudiésemos vivir como reyes.
A mi madre se le llenaron los ojos de lágrimas y Cody la
abrazó, yo dejé mi desayuno y corrí a abrazarla también.
Los tres sonreímos, al fín mi madre podría cuidar de
nosotros y estar en casa todo el día.
-¿Queréis ir a la
Laguna? Podríamos llevar sándwiches.-Dijo mi madre mirando en
la nevera.
-Por mí bien.-Dije tranquila sentándome en mi sitio de la
mesa.
Me terminé el desayuno con un buen sabor de boca, enseguida
preparamos una mochila con sándwiches y botellas de agua.
Cody saltaba por todos lados, no lo veía tan contento desde
que papá murió.
Cogimos el viejo coche y pusimos rumbo a La Laguna, era un lugar
místico, donde las personas que vivían en el pueblo sentían gran superstición,
se decía que de la helada agua emanaba una figura inmortal de cuya belleza
nadie podría escapar, fuese mujer o hombre, aunque aseguraban que no se trataba
de ninguno de estos, era una criatura sin género. Yo nunca había creído en nada
de eso, pero he de decir que me asustaba los ritos que hacían mis vecinos el
primer viernes de cada mes, encendían hogueras para ahuyentar a la criatura,
nunca me quedó muy claro si se trataba de una criatura buena o mala.
Al fín llegamos a La Laguna, una extensa capa de niebla la cubría, nos
sentamos en la hierba, cuyo color verde era realmente increíble. Sacamos de la
mochila los sándwiches y los comimos. Estaban ricos.
-Dios, de verdad, están muy buenos, ¿es queso?
-Queso y atún.
-Curiosa y maravillosa mezcla.-Dijo Cody mientras devoraba uno
detrás de otro los sándwiches.
Oímos unos disparos, nos alertamos, serían cazadores, pero
por allí no había caza, osea había zorros y lobos, pero ¿para qué cazarlos?
Los levantamos, recogimos todo, y caminamos hacia el coche
si hacer ruido. En ese preciso momento de la espesa niebla aparecieron dos
enormes motos, con dos enormes tipos montados en ellas. Me sonaban sus caras,
era extraño.
El tipo más moreno y grande aparcó la moto cerca de
nosotros. Tenía unos preciosos ojos celestes, rostro duro, cejas largas y poco
gruesas. Tenía el pelo muy corto negro e iba con una camiseta corta a pesar del
frío.
-Hola, ¿no saben que esto es un recinto particular de mi
padre? , no pueden venir aquí.-Dijo el chico.
-No teníamos ni idea, hemos escuchado unos disparos y…
-Es nuestro padre, enloquece cuando entra alguien…-Dijo el
chico que estaba detrás del moreno, era más pequeño y paliducho. Tenia el pelo
larguito rubio oscuro y los ojos enormes verdes, también llevaba una camiseta
corta. Su voz era dulce y tranquila.
-Ya nos vamos.
Subimos al coche. Mi madre arrancó y nos fuimos a toda
pastilla.
Entonces miré de nuevo atrás, los chicos nos estaban mirando
montados en sus motos, el moreno sonrió y ladeo la cabeza.
Se me encogió el corazón, un sudor frío recorrió mi espalda.
Flynn… pero, ¿había sido un sueño?
El vídeo de arriba no lo puedo ver... Si es que es un vídeo, vamos.
ResponderEliminarMe encanta la trama. Mmm... Misterioso... Mi cabeza ya ha empezado a discutir consigo misma sobre cuál de los dos hermanos (Flynn o Leo) está más ARRG! xD Deja, deja, no me hagas caso.
Bueno, el caso es que está muy bien :) Me gusta, ¿cuándo subirás el siguiente?
Arriba no hay video , será un error de tu ordenador :) Pues deja de discutir y abre la pestaña personajes, cuando vi las fotos de esos chicos supe que tenían el fisico que había imaginado :D
ResponderEliminarProbablemente lo subiré mañana o pasado , cuando tenga un rato libre ^^
:o :O me encanta ;D he de decir que me intrigo bastante el de la capa negra aunque es algo extraño su padre ¿desde cuando uno se viste con una capa negra ? ?estaba jugando a drácula o algo ? tiene mucho misterio esta historia ;D sisis me gusta me gusta ;D he de decir que me decanto por leo porque venga voy a decirlo , siento debilidad por lo dulce y verde XDDDD
ResponderEliminar;D tengo ganas de saber mas asi que te sigo y espero el siguiente pronto ;D
Wooow, me encantoo !
ResponderEliminarSiguentee ya porfavoor ^^
Jajaja! :) Me alegro de que os guste ^^ Intentaré subir un capítulo por día.
ResponderEliminar